Algunas reflexiones: En los últimos años se ha generado en las sociedades hispanoparlantes un acalorado debate en torno a la adopción o no del lenguaje inclusivo, especialmente en los ámbitos del discurso público. Se entiende por lenguaje inclusivo a las modificaciones morfológicas que permiten anular las terminaciones explícitas de sustantivos que son masculinos genéricos en pos de incluir otras opciones de género, más allá del masculino y femenino. Como práctica lingüística, el lenguaje inclusivo se ha materializado de distintas maneras: a través de la duplicación del sustantivo en masculino y femenino, el uso de la “x” o la arroba en lugar de la vocal que demarca género, y – más recientemente – con la incorporación de un tercer género neutro terminado en “-e”. La rápida polarización que se produjo entre detractores y defensores...